Familias de Granada y de otros muchos lugares nos preguntan sobre el efecto Mozart. En Gorgoritos, como no solo somos docentes sino que también somos investigadoras, este es un tema recurrente que sale en nuestras clases de música, y queremos compartir alguna información de forma muy resumida para que entiendas mejor de dónde viene y cómo trabajamos nosotras en este sentido.
Mucho se ha hablado del llamado “efecto Mozart” y de su influencia en las personas. Conocemos como “efecto Mozart” a la hipótesis que propone escuchar música, principalmente de Mozart, para aumentar la inteligencia, tener beneficios cognitivos en bebés, niños y niñas de edad temprana, aunque también se dice que estos beneficios se pueden dar en la edad adulta.
Especialistas como el otorrinolaringólogo francés Alfred Tomatis en su libro “Pourquoi Mozart?” (¿Por qué Mozart?) y posteriormente Don Campbell que popularizó el término mediante su libro “The Mozart Effect” (El efecto Mozart) fueron un punto de partida para que el concepto del “Efecto Mozart” comenzase a ser tema de investigación e interés en revistas científicas de todo el mundo a partir de los años ochenta y noventa.
Se publicaron estudios en los cuales se recopilan datos sobre un tipo de célula presente en el área de procesamiento primario del cerebro (la corteza cerebral) región que controla la percepción, el razonamiento abstracto, el lenguaje y la memoria, los cuales demostraban que la música realmente es capaz de comunicar y conectar al bebé con la madre antes incluso del nacimiento, modificar la estructura del cerebro en el desarrollo del feto, se anuncia que los bebés reconocen y prefieren la música que oyeron por primera vez en el vientre materno, influir positivamente en sus percepciones y actitudes emocionales.
La música de Mozart, en su gran mayoría, contiene notas agudas, de hecho, es el compositor que más notas agudas utiliza en sus obras. Estas notas son las situadas en el registro alto en cantantes (las encontramos en las voces femeninas) y en instrumentos las encontramos en flautas, oboes, violines, trompetas… Para equilibrar nuestra propia voz tenemos que oír las notas agudas, estas notas contienen la energía que necesita el cerebro para recargarse. Esta música estimula ciertas áreas del cerebro que ninguna otra música puede hacer, además de calmar o estimular el movimiento y el ritmo cardiaco del bebé en el útero. Vamos a tomar como ejemplo una de sus obras, concretamente la sonata para dos piano K448.
Una de las hipótesis de la mejoría de las funciones cognitivas de esta sonata, podría estar en relación con que las frecuencias de esta partitura producen una serie de frecuencias alfa y theta que ayudarían a las personas a sincronizar sus actividades en ambos hemisferios de su cerebro (derecho e izquierdo) mejorando el aprendizaje. Otra posible hipótesis es que en esta partitura predominan las frecuencias bajas y tales frecuencias estimularían el cerebro de tal forma que, al aumentar la relajación, también aumentaría la recepción de la información de la actividad que se estuviese realizando. Si analizamos la música de Mozart, se repite la línea melódica de forma más frecuente, haciéndolo de forma más ingeniosa, invirtiendo las notas lo que da mayor periodicidad a sus obras, obteniendo así una mayor relajación y beneficio para el oyente.
El efecto Mozart, según resultados obtenidos en distintas investigaciones ayuda en un gran porcentaje a aumentar el coeficiente intelectual entre los niños y niñas (y también en adultos) que reciben enseñanza musical regularmente, además de aliviar el estrés, favorecer la interacción social, desarrollo del lenguaje y mejora de habilidades motoras como puede ser gatear, andar, saltar y correr. Además, introducirlo en el mundo de la música ayuda a su creatividad, expresión emocional y un amplio abanico de belleza estética.
Podemos concluir comentando que la música es el estimulante para tener una vida alegre, feliz, sin ella no podríamos desarrollar las aptitudes que cada uno de nosotros poseemos. Además, cada una de las distintas clases de música que proponemos en Gorgoritos tiene ese punto extra que la hace diferente del resto, por lo que toda la investigación sobre el efecto de las artes, y más concretamente la música, hace que estemos en continuo proceso de interés, aprendizaje y evolución de mejorar nuestro trabajo para obtener el máximo beneficio a nuestras familias, trabajo incansable que desarrollamos en nuestra sede principal, el lugar donde nace el proyecto, la FCEE de la Universidad de Granada.
¿Nuestro consejo?
Que disfrutes con tus hijos/as de la experiencia musical sin estar pendiente de si escuchan Mozart o Los Beatles en más o menos cantidad. Lo importante es que la música forme parte de sus vidas, que os lo paséis bien, aprendan y sea una experiencia agradable si venís a clase de música. Que todos los géneros estén presentes en su imaginario sonoro para que puedan decidir qué música escuchar o cantar según el momento.
Si no sabes por dónde empezar, en la HOME de nuestra web puedes descargarte gratis nuestro documento "8 canciones para 8 ocasiones" donde te proponemos variedad de estilos para compartir en familia.
Y si aún no has venido a ninguna sesión musical nuestra...¿a qué esperas? Solicítala AQUÍ