“¿Por qué debemos llamar inteligentes a las personas buenas con los números y solo talentosos a aquellos que dominan el tono, la armonía y el timbre? Todavía nadie me ha dado una buena respuesta a esa pregunta”.
- Howard Gardner -
La Teoría de las Inteligencias Múltiples fue ideada y publicada en el año 1983 por el psicólogo estadounidense Howard Gardner como contrapeso al pensamiento de una inteligencia única.
Medir la inteligencia es difícil, sobre todo cuando no hay un consenso sobre cómo definirla. Para Gardner, es «la capacidad de solucionar problemas cotidianos, elaborar bienes valiosos y ofrecer servicios dentro del propio ámbito cultural».
Según Howard, el desarrollo de algún tipo de inteligencia depende de tres factores: el factor Biológico, el factor de la vida personal y los factores culturales e históricos. Por lo tanto, aunque en parte vienen marcadas genéticamente, las inteligencias se pueden desarrollar y potenciar de una manera u otra dependiendo de nuestra educación, experiencias, ámbito social y medio en el que desarrollamos nuestra vida.
Con esta teoría, defiende que no tenemos una sola capacidad mental, sino varias inteligencias básicas:
Gardner reflexiona sobre la figura del docente y es que, para él, el papel del pedagogo es descubrir las inteligencias de cada individuo y observar cómo le puede ser más fácil la adquisición de conocimientos, partiendo de su individualidad, sus aptitudes y sus pasiones, utilizando todos los recursos humanos y tecnológicos para facilitar el camino y siendo siempre una guía, personalizando así el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En la cultura académica occidental, hemos basado los test de inteligencia o de cociente intelectual en las capacidades matemática y lingüística, dejando de lado las demás capacidades anteriormente nombradas que, en su conjunto, son imprescindibles para abrirnos paso en el desarrollo de nuestra vida.
Sin embargo, estos test no son constantes y dependen del nivel de concentración y del momento de la vida en el que se realicen, ya que las capacidades cambian. El resultado de estos test, además, nos puede condicionar la posibilidad futura de éxito en el estudio y el trabajo.
Como dato curioso, Mozart fue un músico extraordinario carente de toda inteligencia emocional, aun así, nadie dudaría de su genialidad… Al igual que Mozart, nuestras inteligencias y capacidades pueden tener un desarrollo desigual sin que ello represente un obstáculo para la realización personal y profesional.
En Gorgoritos, no solo somos conscientes de que a través de la música podemos desarrollar todas estas inteligencias básicas, sino que en nuestras dinámicas y nuestro trabajo habitual tenemos presente el modo en el que la música incide en todas estas inteligencias. ¿Cómo lo hacemos? Aquí compartimos algunos ejemplos:
Aprendemos a comunicarnos y a expresar nuestros sentimientos a través de la música, los compartimos con los demás en un ambiente de escucha, respeto y calma, y aprendemos valores esenciales para convivir en el mundo actual.
En nuestras clases, no solo desarrollamos la inteligencia musical, sino que nos valemos de ella para incrementar las demás inteligencias. La música incide en el desarrollo emocional, en el desarrollo social, en el desarrollo cognitivo o mental, incluso podríamos decir que en el desarrollo espiritual de las personas. Nuestras actividades siempre tienen presente la globalidad del ser humano.
Cada vez hay más familias, centros infantiles, espacios culturales…que son conscientes de que la música es una herramienta muy completa y potente para el trabajo de las inteligencias múltiples y el beneficio que esto conlleva en el desarrollo de los niños y las niñas.
Si quieres saber más, si quieres venir a probar una sesión gratuita o si tienes un centro infantil y estás pensando incluir sesiones de música de calidad desde esta perspectiva, ¡pídenos información sin compromiso!